"El urbanismo es esencialmente el arte de regular la calidad y cantidad de espacios púbicos, lotes para construir y pisos construidos. Hay tipos específicos, dimensiones, radios y números que nos permiten construir ciudades armoniosas, y otras que llevan inevitablemente a la dispersión urbana o a la dispersión metropolitana. Hay formas de mega-desarrollos de alto riesgo, y otras que estimulan la empresa y el talento individual, basados en la competencia civilizada, capaz de producir pueblos agradables y humanos. La ciudad tradicional logra el milagro de permitir que las ambiciones contrastantes y en competencia, los talentos mayores y los mas modestos, se desarrollen y prosperen como vecinos, edificando en armonía. Esa es la definición de la urbanidad y de la civilización urbana."
Leon Krier
En la última década y a nivel internacional se ha dado un creciente interés al espacio público especifico de la calle, promoviendo que sea mas amable con el usuario, y no solo la vía privilegiada del vehículo automotor que transita, contamina y ocupa el mayor espacio que debiera ser compartido con el principal usuario: el ser humano en su modalidad de peatón, ciclista o usuario temporal del mismo, volviendo su mirada a las bondades del uso de la bicicleta o a la peatonalización de las calles, desalentando el uso indiscriminado que le hemos dado al vehículo automotor.
Actualmente las teorías urbanas afirman que el buen diseño de calles puede promover calidad de vida para todos. Así mismo, patrones de comportamiento sustentables pueden ser influenciados gratamente con un diseño inteligente de calles (como espacio público de calidad).
Nuestra ciudad tiene hoy las bases para lograr buen espacio público, no solo porque veamos que el trazo físico heredado lo permite, o porque la topografía de la ciudad nos lo facilita, sino porque se ha constatado el anhelo de su gente con la participación en recientes días, de ciudadanos que aportando tiempo y conocimiento coinciden con la meta común, que Torreón sea planificada y edificada en armonía con su entorno ecológico, social, económico y cultural, retomando el ORDEN que la ciudad mostraba hasta hace algunos años.
Para esto se requerirá seguir un Plan (que por la magnitud que hoy ha alcanzado la ciudad, derivará en planes parciales específicos) que guie, regule y dosifique el qué y el cómo será lo mas conveniente para la ciudad en aspectos de zonificación, imagen urbana y/o compatibilidad de uso de suelo. Estos planes se tendrán que sustentar en las tendencias urbanas internacionales de ciudades que han demostrado el incremento de bienestar de sus ciudadanos a partir de la implementación de estas buenas prácticas que desalientan el uso indiscriminado del automóvil individual, y en cambio privilegian la peatonalización, la movilidad ciclista y/o el uso del transporte público.
Termino con las palabras de Agustín Rovira Lara para describir la ciudad que muchos anhelamos:
"Una ciudad próspera que crece hacia dentro en un proceso planificado de desarrollo armonioso, sostenible y controlado. Una ciudad viva, atractiva, cómoda, accesible, activa, innovadora y equilibrada que proyecta una imagen nítida de sus atractivos.
La ciudad crece, se transforma y también se mantiene como una forma de desarrollo, y no mas como aquello que se contrapone a él. Un desarrollo que se exprese de modo ecológicamente equilibrado y culturalmente diversificado."
"Todos tenemos nuestra casa, que es el hogar privado; y la ciudad que es el hogar público."
Enrique Tierno Galván.