El INEGI estima que existan en Torreón 496 mil personas mayores de 15 años (1), de las cuales el 2.16% no cuenta con escolaridad alguna, el 46.71% con educación básica (de los cuales 58.64% llegó hasta secundaria), el 22.43% con media superior y el 28.46% con educación superior. Teniendo a nivel municipal un grado promedio de escolaridad es de 10.58 años.
En su Informe sobre Movilidad Social en México, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) estima que el 74% de la población que nace en el escalón social más bajo no supera la línea de pobreza a lo largo de su vida y el 57% de los que nacen en el escalón social más alto, permanecerá en él.
La movilidad social busca entender cómo se da el cambio en diversos niveles socioeconómicos de la población a través de tres aspectos fundamentales: la educación, la ocupación y la riqueza. Esta movilidad puede ser horizontal, la cual se da dentro de los estratos socioeconómicos o vertical, también llamada relativa, que estudia el cambio de posición socioeconómica de una persona con relación a sus padres. En un ambiente de igualdad de oportunidades, la única barrera que condiciona esta movilidad sería la del esfuerzo propio.
En la región norte del país, la dinámica económica provee una ventaja sobre otros estados al ofrecer más oportunidades educativas y laborales. El informe estima que, en contraste con el resto del país, 25 de cada 100 personas se quedan en el estrato social más bajo a lo largo de su vida.
La educación, en especial la formación básica, representa uno de los mayores obstáculos para que las personas puedan aspirar a mejores condiciones laborales y de ingreso. El informe estima que a nivel nacional 9 de cada 10 personas cuyos padres tuvieron estudios de primaria o menos, alcanzarían un mejor nivel educativo, pero de ellos, el 52% no terminaría la secundaria y solo el 5% llegaría a estudios universitarios. En contraste, el 64% de las personas con licenciatura o formación universitaria tienen padres que alcanzaron el mismo nivel.
En la región norte, el 10% de las personas cuyos padres no tuvieron estudios o solo primaria, alcanzarán a estudiar en la universidad. Mientras que el 53% de los que alcanzan este nivel, tienen padres que también lo hicieron.
El INEGI estima que existan en Torreón 496 mil personas mayores de 15 años(2), de las cuales el 2.16% no cuenta con escolaridad alguna, el 46.71% con educación básica (de los cuales 58.64% llegó hasta secundaria), el 22.43% con media superior y el 28.46% con educación superior. Teniendo a nivel municipal un grado promedio de escolaridad es de 10.58 años.
La importancia de una educación básica de calidad se ve reflejada a futuro en los niveles educativos que alcancen las personas, y por el nivel de ingreso posible al que pudieran aspirar, generando más oportunidades de movilidad.
En la ZML, los resultados de la prueba PLANEA 2018 estiman que el 53% de los alumnos cuentan con un nivel insuficiente en lenguaje y comunicación y el 61% en matemáticas. Solo el 14% logra un nivel satisfactorio en lenguaje y 13% en matemáticas.
En el aspecto ocupacional, en la región norte el 18% de las personas cuyos padres se dedicaban a actividades agrícolas lo continuarán haciendo y el 6% alcanzará trabajos altamente calificados. La ENOE en su reporte del 1T - 2019, estima que el 1% de la población ocupada se dedica a actividades agrícolas o ganaderas. La mayor cantidad de trabajadores se encuentra en el sector comercial con 23.96% de la población ocupada, seguido del 20.7% en la industria manufacturera.
Por parte de la movilidad de riqueza, el estudio hace énfasis en que este tipo de movilidad depende considerablemente de la región, en relación con el grado de urbanización de la ciudad o estado. En la región norte, el 25% de las personas que nacieron en la base de la escalera social se mantienen en ella, mientras que el 6% llegaron al más alto. Por otro lado, el 50% de las personas que nacieron en el estrato más alto de ingreso persistieron en él, mientras que solo el 2% llegó hasta el primer quintil de ingreso.
El estudio concluye que, para poder mejorar la movilidad social, es necesario abordar la calidad en la educación básica, así como mantener un dinamismo económico en la región, que permita generar más y mejores oportunidades laborales, y por ende, una mayor movilidad de la riqueza.
Fuente:
1 INEGI, Encuesta Intercensal 2015.
2 INEGI, Encuesta Intercensal 2015.