Los primeros casos de traumatismos ocasionados por un incidente vial se registraron en 1896, pero fue hasta 2004 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que se trataba de una pandemia que estaba cobrando a nivel mundial alrededor de 1,35 millones de vidas y si lo comparamos con los 1,8 millones de personas que fallecieron por COVID 19 en el año 2020, podríamos incluso suponer que los incidentes viales son otro tipo de pandemia.
Pero en este caso, las secuelas incluirían a 40 millones de personas lesionadas a causa de los choques con vehículo automotor. Es por esto que hoy en día los traumatismos ocasionados por estos eventos, como uno de los principales problemas de salud a nivel mundial.
Aunado a esto, los incidentes viales también representan un impacto en la economía de las ciudades, ya que se deben cubrir los daños materiales ocasionados, en promedio, una persona gasta alrededor de 25 mil pesos por incidente, si algún involucrado termina con un tipo de discapacidad.
La OMS reconoció en 2015, que los traumatismos generados por incidentes de tránsito era una de las principales causas de muerte en personas de 15 a 29 años, también se revela que el 46% por muertes en estos eventos, corresponden a peatones que circulaban por la vía pública. El daño ocasionado a la víctima del incidente es proporcional a la velocidad a la que circula el vehículo, es decir mientras mayor sea esta, más probabilidades tiene una persona de resultar gravemente lesionada o fallecer durante o después del incidente.
En el año 2019 en Torreón, se registraron 6,517 incidentes viales, de estos 346 fueron atropellos, esta cantidad disminuyó a 5,527 en 2020, sin embargo es muy importante tomar en cuenta que, la situación generada por la pandemia redujo la movilidad en la ciudad, debido al confinamiento ante la emergencia sanitaria, si esto no hubiera pasado probablemente la cantidad de incidentes sería mayor que la del año anterior.
En términos de planeación urbana, las condiciones del contexto en el que ocurre el accidente son muy importantes, es importante tener tres enfoques:
1) El preventivo, ya que se debe contar con un diseño urbano que evite el riesgo a que ocurra un incidente ofreciendo: banquetas suficientemente anchas, pasos peatonales (de cebra) con correcta semaforización, rampas para discapacitados, ciclovías; en el caso del transporte público los carriles exclusivos, y finalmente para automóviles los carriles correctamente definidos y con menores dimensiones, entre otras medidas para reducir su velocidad, señalética clara y semaforización sincronizada.
2) Durante el incidente se debe garantizar la seguridad de todos aquellos que se hayan visto involucrados; con objetos protectores contra choques en las aceras y servicios de socorro cercanos.
3) Después del incidente, se deben conocer los principales puntos de acceso para ambulancias y autoridades correspondientes.
