La vida de las ciudades es una ecuación que suma el presente con el pasado para obtener un resultado que hoy no conocemos, pero podemos suponer. Como pasado, nuestra ciudad surge con las grandes políticas del desarrollo industrial y comercial, actividades económicas que posicionaron al Rancho de Torreón y al Rancho La Unión para convertirlos en la Villa de Torreón a finales del siglo XIX.
Una vez declarada como ciudad, la Villa de Torreón, tuvimos grandes arquitectos y urbanistas que desarrollaron una traza urbana con una simetría digna de valor estético. Después con el boom económico de los años 50´s y con el boom demográfico de los años 70´s y 80´s la ciudad creció con una velocidad de la mano entre la mancha urbana y el crecimiento poblacional.
Ya para finales de los años 90´s incorporamos el suelo ejidal al desarrollo urbano y tuvimos buenos esquemas de planeación y de edificación de vivienda, ejemplos notables son los ejidos California y La Merced.
Sin embargo, con la llegada del nuevo milenio, en términos urbanos perdimos la traza simétrica, la mancha urbana duplicó su extensión territorial y se agudizaron las diferencias sociales que permitía contener una ciudad compacta con la prestación de bienes y servicios concentrados en el centro de la urbe.
El presente de nuestra ciudad también nos representa grandes retos. Por ejemplo, nunca pensamos en la vulnerabilidad de nuestra ciudad por depender tanto de los combustibles fósiles, pero con la crisis de abastecimiento de gasolina en enero de 2019 nos dimos cuenta que no hemos hecho lo suficiente para buscar modelos alternativos de movilidad.
Por otro lado, la situación de la pandemia SARS Covid-19 nos ha llevado a replantear temas que dejaron de valorarse dentro de la planeación urbana como la salud pública, la vivienda digna o el acceso a servicios públicos de calidad.
Recientemente, ONU-Habitat junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el libro Integrating health in urban and territorial planning donde proporciona una gran cantidad de información útil sobre cómo garantizar que la salud humana sea una consideración clave para la planificación urbana.
¿Cuál ha sido el efecto del Covid-19 en nuestra ciudad?
Al día de hoy llevamos 11032 casos acumulados de contagios con 931 defunciones.
Al respecto el IMPLAN georreferenció el comportamiento de casos contagiados y con planos de calor identificamos las zonas de mayor concentración. Por lo que propusimos la sanitización focalizada tanto de áreas públicas como de rutas de transporte.
Otra reflexión que me gustaría hacer es sobre el eslogan que imperó sobre todo al inicio de la declaración de la fase tres de la pandemia, que fue el slogan “quédate en casa” yo me preguntaría cuál casa, bajo qué condiciones de habitabilidad. En la ciudad tenemos un total de 1,258 viviendas sin acceso a agua potable o alcantarillado sanitario.
Otro de los grandes problemas que enfrentamos las ciudades, es el cambio climático. Que en términos muy sencillos nos referimos a la variación global del clima en nuestro planeta, variación que se reproduce en todos los aspectos climáticos como la temperatura, las precipitaciones, las sequías, etc.
¿Cuál es el efecto del cambio climático en Torreón?
En el 2018 nuestra ciudad tuvo dos declaraciones de emergencia por temperaturas extremas, donde alcanzamos los 44.8 grados.
De acuerdo a datos del sistema meteorológico nacional, la tendencia de crecimiento de la temperatura desde 1971 hasta 2003 no ha cambiado y es cada vez más extrema. Es hasta finales de 1990 que rompemos la barrera de los 40 grados. Mientras las temperaturas frías que se registraron durante los años 70 no se han vuelto a alcanzar.
Con base al análisis que realizamos en nuestro Atlas de Riesgos donde se calculó la proyección de las variables de las temperaturas máximas con el método Gauss Gumble con un periodo de retorno de 5, 10, 25 y 50 años de seguir con las mismas políticas de gestión urbana llegaremos a temperaturas medias de 32.5 grados y a temperaturas máximas de 47.3 grados, es decir, aumentaremos 5 grados la temperatura superficial.
Por último, otro gran reto al que nos enfrentamos, es el de la competitividad urbana.
Las ciudades en México son el motor de la actividad económica de acuerdo a datos del Banco Mundial, el 75 % del PIB mundial se concentra en las ciudades.
Los factores más importantes para tener ciudades competitivas que atraigan y retengan la inversión y los talentos son la infraestructura, los servicios especializados y el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación.
De acuerdo al Índice de Competitividad Urbana 2020, Torreón junto con la Zona Metropolitana de La Laguna se encuentra en el lugar 13 en la categoría de ciudades de más de un millón de habitantes. Nuestros rivales más cercanos son Tijuana, Puebla y Toluca.
Las ventajas competitivas de Torreón son:
Un sistema de derecho confiable que se basa en un entorno de seguridad pública con buena percepción de seguridad y baja tasa de incidencia delictiva y la seguridad jurídica que garantiza el complimiento de contratos de inversión.
Un sistema político estable y funcional donde el eje fundamental es la participación ciudadana en la agenda pública.
Un gobierno municipal eficiente que promueve políticas públicas orientadas a fomentar el desarrollo económico local, con acciones como la capacidad para generar ingresos propios y la calidad de la información de las finanzas públicas.
Y un mercado de producción que aprovecha la ubicación y la diversificación de las ramas productivas, así como la mano de obra de calidad.
Sin embargo, también tenemos desventajas competitivas como:
El costo y la calidad en las obras de construcción, de acuerdo al Doing Bussines 2016 se destina el 1.8 % del valor de la obra para cubrir los gastos de permisos y autorizaciones, mientras que el promedio nacional es del 0.96 %
Otra desventaja es el Registro de una Propiedad, donde se requieren 6 trámites, 24 días en promedio y el costo oscila el 4.5 % del valor de la propiedad.
Por último, en el 2015, el índice de Ciudades Prósperas calificó a Torreón con un 55.5% de una escala de 100 donde indicadores como: los mecanismos de participación y rendición de cuentas, la densidad de población, la infraestructura en comunicaciones, la cobertura de transporte público masivo, la producción de energías renovables y la eficiencia en el uso de suelo son los indicadores con calificaciones reprobatorias.
Ante estos grandes retos ¿qué estamos haciendo desde el IMPLAN para construir una ciudad resiliente, incluyente y con perspectiva sustentable? ¿Cuál es el futuro de Torreón?
1) El Plan de Espacios Públicos es un instrumento que tiene como objetivo proponer políticas de recuperación de vivienda sobre la situación de segregación socio-espacial, fragmentación y funcionalidad urbana con un enfoque de espacio público en nuestra ciudad.
Primero realizamos un análisis macro del municipio donde se identificaron:
427 urbanizaciones cerradas
68 zonas de vivienda social
6 zonas de asentamientos humanos irregulares
1073 espacios públicos
¿Cuál es la importancia de identificar estos espacios en la ciudad?
El espacio público, es en gran medida, la respuesta ante la pandemia del Covid-19. Tanto para limitar la expansión del virus como para generar equipamientos y servicios para la ciudadanía como el abastecimiento de agua, la entrega de productos de limpieza y el esparcimiento con medidas de sana distancia.
2) El Plan de Infraestructura Verde tiene como finalidad mitigar las principales problemáticas respecto a las inundaciones pluviales y altas temperaturas que afectan a nuestro Municipio.
Este concepto consiste en el uso de vegetación, suelos y procesos naturales para mejorar las funciones ambientales como la gestión del agua de lluvia y la creación de ambientes más saludables.
Se proponen una serie de acciones, que, de seguirlas, evitaremos el escenario catastrófico del aumento de temperatura en nuestra ciudad, incluso se disminuiría 2.6 grados. Para esto, se proponen 22 polígonos de áreas verdes con una superficie de 3.2 millones de m2, ubicados estratégicamente en los puntos de mayor temperatura superficial Otra política propuesta en este Plan, es la de densificar con vegetación las áreas verdes existentes y aprovechar los equipamientos públicos existentes con acciones de implementar vegetación para disminuir la temperatura superficial
3) En mayo de este año se autorizó el nuevo Reglamento de Desarrollo Urbano y Construcción de Torreón.
Este instrumento se alinea a los lineamientos de ONU-Habitat y las leyes de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano tanto federal como estatal. Uno de los temas de mayor incidencia en la economía de la ciudad es la sobrerregulación, el tiempo y el costo del trámite que genera mayor derrama económica, que es el permiso de construcción.
Desde un enfoque de mejora regulatoria, disminuimos los tiempos de respuesta de los trámites como la constancia de uso de suelo, la constancia de número oficial, las terminaciones de obra y la licencia de construcción.
Estos cambios normativos reducen de 94 a 63 días el tiempo global para la expedición del permiso de construcción.
Con estas acciones tratamos de asegurar el futuro de las generaciones o al menos multiplicar los términos del presente en la incógnita, es decir, el futuro de la ecuación urbana.
Concluyo con esta reflexión que hizo el Arquitecto Leon Krier “La arquitectura y el urbanismo tradicionales no definen una ideología, una religión, o un sistema transcendental. Son parte de la tecnología más que del estilo; son un cuerpo de conocimientos técnicos que nos permiten construir ciudades y estructuras agradables y satisfactorias desde el punto de vista práctico, estético, social, y económico. Tales estructuras no aseguran felicidad, sino que facilitan ciertamente la búsqueda de la felicidad para una gran mayoría de gente.”