Al hablar de los desafíos a los que se enfrenta la humanidad, es necesario identificar 4 aspectos que los acotan: escala, complejidad, rapidez de cambios y escases de recursos. Esto demanda de nosotros respuestas más efectivas y eficientes. ¿Qué elementos nos apoyarán para responder de esta manera? Aquí algunas propuestas a considerar como parte de un sistema estratégico.
El futuro tiene cada vez más peso en las decisiones presentes, traer los probables escenarios futuros al presente nos pide innovar, ser más creativos y también nos invita a ser urgentes. Nuestra Zona Metropolitana, la Laguna, en general se encuentra limitada en cuanto a generación y difusión de estudios al respecto, convendría entonces levantar la cabeza y observar lo que en este mundo global está sucediendo, ¿a qué nos enfrentamos?:
Aunque se estima que el 65% de los trabajos del futuro no han sido inventados, Millenium Project un think thank global, prevé que más del 40% de los empleos desaparecerá en 20 años. Además de esto, estamos viviendo un entorno laboral de alta movilidad, sobre todo en América Latina “mientras que un trabajador de 30 a 34 años de edad en América Latina ha pasado 4.3 años en la empresa en la cual trabaja, uno de la OCDE ha pasado en promedio más de seis años” (Laura Ripani, BID 2014).
La escasez de agua es otro de los grandes retos del siglo XXI que afronta la humanidad en todos los continentes, se estima que para el 2030 casi la mitad de la población vivirá en áreas de estrés hídrico, además la escasez física de agua en las áreas áridas o semiáridas provocará el desplazamiento de entre 24 a 700 millones de personas. La zona metropolitana por su parte se encuentra próxima a la escasez física de agua según mapa mundial del Informe sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo.(1)
El modelo de desarrollo e híper consumo que impera en la sociedad occidental y que había sido esparcida como panacea de la felicidad, ha alcanzado un nivel dramáticamente insostenible, “si todas las personas del planeta vivieran del modo que nosotros vivimos, necesitaríamos entre 5, 6, 7, algunas personas inclusive dicen 10 planetas para poder hacerlo. Claramente no tenemos 10 planetas” (Alex Steffen, TED 2006).
A lo largo del tiempo gobierno y sociedad han invertido numerosos recursos económicos y humanos para hacer frente a problemáticas globales y locales, aun así pareciera que falta mucho por hacer. A menudo se habla de la escasez del recurso económico como una limitante. Sin embargo, más que los medios económicos, la capacidad de síntesis pudiera plantearse como un recurso escaso clave, es decir, nuestra capacidad de comprender la esencia de los problemas y ordenarlos de la manera más sencilla, sin reducir su complejidad. Esta comprensión nos permitirá actuar de manera más certera.
Es necesario entonces buscar espacios de reflexión para debatir las preguntas planteadas, de lo contrario corremos el riesgo de invertir en soluciones a interrogantes que tal vez sean inadecuadas; estamos tan obsesionados con la respuesta que rara vez no damos la oportunidad de cuestionar la pregunta y thinking outside the box: ¿Cómo generar más empleos? vs ¿Cómo generar bienestar a pesar de la escasez de empleos?, ¿De qué manera se puede trasladar el mayor número de personas de la forma menos contaminante? vs ¿De qué manera disminuimos la necesidad de movilidad urbana?, ¿Cómo abastecer la creciente demanda de algún servicio? vs ¿Cómo disminuir la demanda? A diferentes preguntas, diferentes respuestas y por lo tanto diferentes resultados. “No podemos solucionar los problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos” (Albert Einstein).
El escenario futuro plantea diversas probabilidades, todas ellas igual o más desafiantes que las aquí planteadas. Dentro de un contexto de preocupación por la escasez de recursos, es evidente una mayor necesidad de apalancamiento de los mismos, es decir, hacer más con menos. “Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo” (Arquímedes). Un principio básico de este concepto es encontrar precisamente ese punto, ¿A qué me refiero con punto de apoyo?; las ciudades al igual que el cuerpo humano, están conformadas por un complejo sistema de partes estrechamente relacionadas; hablemos entonces de otro recurso escaso fundamental que se vuelve más evidente a la luz de un pensamiento sistémico, la colaboración (acción de trabajar en común).
Cada vez se habla más del concepto de transversalidad sustituyendo el modo sectorial con el que se venía tratando los intereses públicos y que tiene la capacidad de fomentar las acciones integrales; de ahí la importancia de la colaboración, pero además de una incluyente, que vaya más allá de la mera participación ciudadana y que busque poner en postura de propuesta a las fuerzas más antagónicas en pro de sumar esfuerzos, experiencias, conocimientos y talentos. De ninguna manera es tarea fácil dentro de una sociedad inmersa en un modelo de darwinismo social y económico, sin embargo son puentes que valen la pena construir.
Nuevos paradigmas están en la lucha por derrotar los existentes, al parecer obsoletos o inadecuados: Amartya Sen, premio nobel de economía, propuso medir la pobreza en relación a la libertad, entendida esta como la capacidad y habilidad que la población tiene para alcanzar sus aspiraciones,en vez de ser medida por la capacidad económica; por otro lado, Bhután un pequeño país ubicado al sur de Asia, desarrolló el indicador de Felicidad Nacional Bruta (FNB), que mide entre otras cosas el uso del tiempo y la vitalidad de la comunidad, siendo esta medición más relevante que el Producto Interno Bruto (PIB).
¿Estamos generando como sociedad estrategas que sean capaces de hacer frente, no solo a los retos presentes, sino también a los futuros? Nuestra capacidad para ser estratégicos será determinante, pues dictará si llegaremos o no a alcanzar los objetivos planteados, en cuanto tiempo y con cuanto recurso. Traer el futuro al presente, generar capacidad de síntesis, cuestionar las preguntas, thinking outside the box, apalancamiento de recursos y colaboración, son elementos que valen la pena cultivar como un estilo de vida personal y social.
- La escasez de agua, ONU Fecha de consulta: 26 de noviembre del 2014.
