Animo, coraje, atrevimiento, valentía, arrojo, son actitudes coadyuvantes del triunfo, del éxito, del progreso de una comunidad. Después de la Segunda Guerra Mundial tales actitudes llevaron a Alemania y a Japón a convertirse, en una década, en potencias económicas. El regreso de La Laguna a los primeros lugares en el ranking de competitividad nacional demanda de una comunidad que retome los valores y el empuje de “Los Fundadores”, de los hombres y mujeres que lejos de considerarse victimas de las adversidades, de su entorno natural y político, construyeron una de las regiones más prósperas de México.
Es verdad que La Laguna sufrió los estragos de una “Tormenta Perfecta”, en la cual se sumaron las consecuencias de la última recesión global y de los embates del crimen organizado.
En materia de inseguridad poco podemos contarles a los comarcanos. En materia económica el desempleo, el cierre de empresas y la emigración de jóvenes talentos lastimaron seriamente el bienestar regional.
Sin embargo, también es verdad que la “Tormenta Perfecta” ha amainado, los indicadores de competitividad empiezan a levantarse regresando la confianza inversora y la esperanza en el futuro de la metrópoli.
Aunque los focos rojos de la inseguridad siguen encendidos los crímenes de alto impacto ya no aterrorizan a la ciudadanía y los índices de empleo muestran una mejoría irrefutable.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de INEGI el desempleo abierto se ha reducido de 10%, en el 2009, a 5% en el 2014.
Por su parte el IMSS informa que en Torreón, a Julio del presente año, se habían generado 5,500 empleos, superándose lo que demanda el crecimiento de la Población Económicamente Activa (PEA).
Cabe señalar que persiste el reto de generar los empleos necesarios para cubrir el rezago habido en el último quinquenio. También, es imprescindible levantar la calidad de los puestos de trabajo y darle chamba a los profesionistas que se incorporan, año con año, al mercado laboral; pero, alienta el que la demanda anual de la PEA esté siendo superada gracias al renovado esfuerzo de la planta productiva local; del empeño y del ímpetu de los productores y empresarios de la Comarca.
También alienta que los números duros de instituciones especializadas muestran que, a pesar del bache en el que caímos, la estructura económica de La Laguna, construida en 100 años, se mantiene solida. Mencionemos que de 2009 a 2012 el PIB per cápita de la región se incrementó 22% (Banamex), y que en su último informe el IMCO refiere a La Laguna como la metrópoli con mejor entorno laboral del país en relación a aquellas con más de un millón de habitantes. Posición lograda gracias a su elevada productividad laboral, la séptima de México.
Dicha productividad será variable fundamental en la atracción de las muchas inversiones que arribarán al norte mexicano gracias a las externalidades positivas de la recién aprobada Reforma Energética. La caída en el costo de la energía eléctrica y la demanda de servicios, insumos y materias primas de la industria emergente Shale, son dos de las principales externalidades que habrán de dinamizar el crecimiento económico de La Comarca.
Si bien es cierto que la región cuenta con un enorme potencial económico, también lo es que enfrenta enormes retos: productivos, laborales, tecnológicos, ecológicos, culturales, urbanísticos, de vialidad, de transporte, etc. Los retos son grandes, las problemáticas varias, las carencias significativas. Pero también lo fueron aquellas que enfrentaron Los Fundadores. Ellos, los hacedores de La Laguna, no se lamían heridas, no se revolcaban en el lodo de los lamentos, no se decían victimas de las circunstancias. La Laguna nació grande y grande será su porvenir en la medida que tomemos su futuro en nuestras manos.
Sí, el futuro de La Laguna está en el trabajo organizado, en la unión y en las manos de sus universitarios, empresarios, ambientalistas, tecnólogos, investigadores, luchadores sociales, intelectuales, en las manos de sus funcionarios y políticos.
Digo, entonces, que el futuro de La Laguna está en las manos de sus ciudadanos.