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El 3 de mayo de 2017, el cuerpo sin vida de una mujer de 22 años fue encontrado dentro de un campus universitario de la capital mexicana. En su difusión por Twitter de los avances del caso, la Procuraduría General Judicial de la Ciudad de México difundió detalles como el nombre de la joven (Lesvy Berlín) y realizó afirmaciones con respecto a que ella vivía con su pareja, que habría interrumpido sus estudios dos años atrás, que antes de hacerlo no habría aprobado varias asignaturas y que de forma inmediatamente previa a su fallecimiento la mujer y su pareja habrían consumido bebidas alcohólicas y drogas en las instalaciones de la universidad. En Twitter, el recibimiento de la difusión del caso inmediatamente se transformó en una recriminación ciudadana contra la Procuraduría General Judicial, al compartirse generalizadamente la impresión de que la forma en que la instancia presentó a Lesvy Berlín generaba un discurso justificatorio de su muerte y que, en última instancia, hacía recaer en ella la responsabilidad de haber perdido la vida. La crítica social ante este discurso se canalizó hacia el hashtag #SiMeMatan, al cual las y los usuarios de redes sociales le acompañaron de descripciones de sus propias vidas que, en el hipotético caso de que se les encontrase sin vida, las instituciones de procuración de justicia potencialmente podrían difundir para crear una impresión de lo “justificado” de su fallecimiento.
Por una parte, el surgimiento y difusión en torno a #SiMeMatan puede estudiarse como una muestra de ciberactivismo o activismo
“El activismo es una categoría de acción para participar en la política que es ‘públicamente declarada y una abierta contribución a la vida política’” (Yeatman, 1998, p. 33, citado por Demetrious, 2013, p. 34). Esta definición de activismo presenta la limitación de haber sido generada desde una perspectiva según la cual la acción colectiva tiene como su objetivo fundamentalmente a los planteamientos políticos, sin tomar en cuenta motivos como el reconocimiento de identidades marginalizadas, la lucha por el medio ambiente o cualquiera de las causas asociadas a los nuevos movimientos sociales de los contextos postmaterialistas. Pese a lo anterior, de Yeatman y Demetrious se retoma la vocación del concepto “activismo” para enunciar la acción participatoria de un campo de la vida social (
Aquello por lo cual las autoridades construirían discursos de ruptura con la normalidad en caso de perder la vida, de acuerdo con los usuarios que utilizaron el hashtag #SiMeMatan.à la Melucci: fuere para modificarlo o conservarlo).
aceptable/no aceptable percibida por los usuarios de redes sociales. Fundamentalmente, se trató de los terrenos en disputa del cuerpo, el uso del tiempo libre, los vínculos entre varones y mujeres, la orientación sexual, así como el dualismo autonomía/conformismo. Al condensar las características movilizadas en los discursos de lo desafiante
La presente discusión tiene como objetivo analizar el procesamiento ciberactivista de la religión como parte del canon heteropatriarcal en México en ocasión de la muerte de Lesvy Berlín y el surgimiento del hashtag #SiMeMatan en la Ciudad de México a inicios de 2017. Este objeto de estudio haya su justificación en la forma en que el caso contribuye al mapeo de las percepciones sociales vigentes en torno a la “normalidad y el desafío de la normalidad” en los comportamientos, valores y actitudes de varones y mujeres jóvenes del México contemporáneo. De igual manera, este análisis brinda información sobre la manera en que la no-conformidad con un canon religioso está entrelazado dentro del discurso social de no-conformidad con otros cánones en materia de sexualidad y de expectativas en torno al comportamiento femenino. Finalmente, el caso también brinda oportunidad para debatir la categoría de ciberactivismo cuando se le aplica a reacciones coyunturales de los usuarios de redes sociales. El análisis se construye a partir del análisis discursivo de cien comentarios marcados con el hashtag #SiMeMatan, seleccionados por muestreo teórico, difundidos por la red social Twitter durante el día 3 de mayo de 2017. En un primer momento se contextualiza la dinámica con la que se desenvolvió el tratamiento oficial en redes de la muerte de Lesvy Berlín y al que se dio respuesta con el hashtag #SiMeMatan. A continuación, se discute por qué los comentarios que se sumaron a esta expresión en Twitter pueden calificarse como ciberactivismo en particular y una acción colectiva en términos generales. Para ello, se recurre a la propuesta teórica de Snow (1986) en lo que respecta a los procesos de vinculación de los intereses, valores y creencias de los individuos como pilar de la acción colectiva. A partir de esas bases, se usa la metodología de análisis del discurso para procesar las evidencias de percepciones de normalidad y no-normalidad movilizados en las respuestas de #SiMeMatan en Twitter. De ese modo, se muestra la conformación del canon de normalidad en torno al cuerpo, la modestia tradicionalista y la heterosexualidad criticado por los ciberactivistas del caso y se brindan evidencias de la integración de una idea de “normalidad religiosa” dentro de ese conjunto de valores hegemónicos criticados.