CARTA 1 [Se supone que no debo escribirte, pero soy yo, y ya me conoces. Una nueva carta para ti]{.mark} Para Tania, la que iluminó mis días, y sin formarnos en el registro civil, tuve el honor de llamarle mi esposa. Esto no es para convencerte de nada, ni para seguir pensando en lo que fue. Es simplemente algo que me nace escribirles porque, a pesar de todo, ustedes son importantes para mí. Porque contigo he vivido cosas que nunca me imaginé, y me hiciste crecer más de lo que yo solo hubiera imaginado. Los admiro un chingo, por su forma de ser, de pensar, de plantarse ante la vida, por decir "huevos, verán como si se puede". He aprendido muchísimo a su lado; me sacaron de mi zona de confort no sé cuántas veces, si bien en su momento me costó verlo, hoy lo agradezco. **Tania:** Eres muy guapa y lo sabes; me encantas, me encantaste desde la primera vez que te vi, me encantaste en las fotos del festival de primavera, y también las múltiples veces que he despertado a tu lado, pero lo que más me gusta de ti no es lo físico o se imprime en las fotos, sino lo que eres por dentro, y eso, lo sabes. Te comparto todo lo que mi ser procesa cuando piensa en ti. Quién es Tania para Vicente? Tania es luz, apoyo, compañía, aprendizaje, inspiración, admiración y comprensión. Es flores, y también colores; es canciones, baile, risas y también sonrisas. Es ímpetu, decisión, firmeza lágrimas y seriedad. Es una fuerza de la naturaleza que llega y arrasa. Es arriesgarse, es perder y aprender, es ganar y celebrar. Es equipo, es familia, es novia, madre y esposa, amiga, amante y compañera. Es la muchachita terca que le dijo al mundo: "chinga tu madre, tú a mí me la pelas". Es luchar por ideales y no rendirse, aunque las puertas se cierren. Es cuidado y protección, fragilidad para unos pocos y fortaleza para muchos. Es ejemplo, persistencia, perseverancia, esfuerzo y recompensa. Es hacer, resolver, y estar. Es sueños, metas y planes. Es la definición de la palabra lealtad. Si, es un chingo, afortunadamente no es choro, sino lo que verdaderamente opino de ti. Supongo con esto queda claro el porqué de muchas cosas, elegirte mi compañera de vida, por ejemplo. **Demian:** Hablar, desde el corazón, acerca de ti, es todavía más sencillo que de tu madre. Eres una joya cabrón!, me viniste a cambiar la vida sin buscarlo, me enseñaste a ver el mundo desde una perspectiva completamente nueva (la tuya). Eres victoria, luz, y pureza. Eres la prueba de que el reto es constante, pero que lo imposible no existe. Eres constancia, adaptación y resistencia. Para mí, eres romper las reglas de la sociedad y reescribirlas para ti. Eres una fuente de energía inagotable de la cual uno saca fuerzas para tirar putazos día a día. Inocencia, amor puro, y sincero. Eres mi "papacito" (cuándo chingaos te imaginaste escucharme así?!?!) Que cuándo lo aprendí? Con el día a día. Que cuándo se generó el cambio verdadero? Esa tarde en los karts, llevarte para mi fue fantástico, verte esperando tu turno fue todo un proceso, pero verte manejar, fue de ensueño. Y cuando te accidentaste, algo dentro de mí me dijo, chingue a su madre todo, aviéntate a la pista porque tienes que estar para él. Ese día provocaste cambios inexplicables en mí, ese día asimilé que eres parte de mí, ese día nació en mí el amor paternal. **Disculpas:** El perdón nace de aceptar que fallé, del arrepentimiento real, necesita humildad, empatía y altruismo. Para mí, pedir perdón es un acto de amor incondicional, requiere tiempo y chingo huevos. Te pido perdón por: Por no entender lo que me pedías, aunque lo dijeras con palabras, actitudes, o hasta con silencios. Me aferré a mis ideas y mis perjuicios, me cerré al cambio, y me tardé en reaccionar. Por no estar presente de la forma que necesitabas. No hablo de estar físicamente, sino de comprenderte, apoyarte, y protegerte, sin invadir tu individualidad. Por confundir cuidado con control y también por disfrazar celos de preocupaciones. Por suponer lo que te hacía falta y querer darlo a toda costa, en lugar de darte lo que claramente me pedías. Por pensar que soy valioso solo si me necesitas. Por no comprender tu proceso de evolución y verlo como una menaza y no como algo bueno para ti y nuestra familia. Por esconderme detrás de mis heridas, en lugar de hacer algo positivo con todo lo que me pasó. Por esperar que las cosas se volvieran críticas para hacer lo que sabía que tenía que hacer. Por fallar en la comunicación. A veces por hablar mal, otras por no hablar, y otras, simplemente por hablar tarde, siempre por miedo a incomodar. Pero también por no aprender a escucharte. Por romantizar en exceso nuestra relación, y confundir la pasión que le imprimo a las cosas con el amor que siento, así como el no comprender que no toda la relación sería enamoramiento y luna de miel. Por permitir que el autosabotaje, los miedos y la ansiedad se hicieran presentes en nuestro hogar. Por quererte construir algo "perfecto" sin darte la oportunidad de que lo construyéramos juntos. Por vivir en el pasado y en el futuro, dejando de lado el presente. Por compensar mis ausencias con cosas, cuando lo que hacía falta era estar de verdad. Por aquellas ocasiones que, al quererte ayudar, te hice sentir como si quisiera obligarte a cambiar o peor, quitarte tu libertad y someterte a mi voluntad. Por no trabajar mis traumas a tiempo, por hacerte cargar con mis vacíos, y por dejar que esto se volviera una carga para ti, para nosotros, y también para Demian. Por cerrarme a la verdad respecto al amor propio y al proceso de sanación individual, y de pareja. Por no notar el tiempo transcurrido desde que nos comprometimos, y dar por hecho que las prioridades de la casa justificaban el no atender el tema. Por cada vez que te pedí que no fumaras; estaba pensando en tu salud, pero no por eso debía faltarte al respeto. Por hacer pipí en la regadera. No pues si son un chingo...Sé que esto no repara nada, nunca ha sido mi intención borrar, sino construir algo mejor donde podamos verdaderamente crecer juntos, aprendiendo de las experiencias. **Reconocimientos:** Ay, Tania, por dónde empiezo? Tantas cosas que agradecer, tantas cosas por reconocerles. Quiero mencionarte desde la más pequeña hasta la más grande, porque como no son palabras vacías, ahí te van algunas sin orden específico: Te agradezco sinceramente por: atreverte, soñar, confiar, dormir a mi lado, despertar a mi lado, aceptar ir a cenar esa helada noche de marzo, ponerte el anillo (te veías preciosa), tomar un avión con rumbo a la aventura, compartirme a tu hijo, los besos, las fotos (que me encantan), pararte conmigo a bailar, la casa siempre bonita, querer muchísimo a mi papá, hablarme con cruda sinceridad de mi mamá, ser mi pilar cuando Sofía, y resolver cosas que no éramos capaces, cada alimento preparado (en especial tus chilaquiles!), mi pay de manzana, enseñarme a compartir (mira que me costó trabajo), defenderme y protegerme, cada ocasión que te expresaste de mi como "tu marido", volverte señora, ser mi señora, hacer planes, el vino blanco, las compras post vino blanco, tu paciencia (que es bastante), Margarita!, los paseos nocturnos en bicicleta, ser mi reina (y mira que lo eres), despertar lealtadad y fidelidad en mí, los viajes en carretera, venir a verme aunque llegaras a las 3 de la mañana, todos y cada uno de los te amo, los cuentos y las pláticas eternas, la piedra perico y cristal, despertar en mí el romántico y poeta, los silencios, tu transparencia (que a veces me asusta), aquella vieja frase de "comprometida con" (pero por supuesto que corrí en círculos y le quería dar like 10,000 veces), tu incondicionalidad, llevarme un domingo al registro civil (porque esos impulsos son los que me encantan de ti), creer...y crear, llevarme al cine, enseñarme a disfrutar lo que con mucho esfuerzo nos ganamos, ese verano en six flags, las canciones que me cantaste, y también las que me dedicaste, sobarte los pies (el acto de amor más grande hacia ti que te puedas imaginar, por cierto!)...en resumidas cuentas, por cada uno de los muchísimos días que has compartido conmigo, por creer en un nosotros, y construir a nuestra familia. Casi todos los agradecimientos son para la mamá de Demian, porque el de Demi es el más bonito de todos. Gracias por abrazarme, darme un beso y decirme te amo, eso cura todo chavo. **Lo que estoy haciendo:** Porque reconocer no basta, estoy poniendo empeño en mi terapia individual para trabajar mis traumas y miedos. Estoy aprendiendo a escuchar de verdad, sin defensas. Busco caminos alternos para estar más presente y dejar de alimentarme del pasado. Y todos los días me pregunto qué necesita mi familia, no qué creo yo que necesita. No te pido que regreses, te pido que sepas que estoy haciendo cambios porque finalmente entendí que necesito hacerlo por mí, para ser la persona que quiero ser. Así que, sin temor a equivocarme, te llevo la contraria, porque si, si es amor; torpe e inexperto, definitivamente inmaduro y poco ilustrado en el desarrollo personal y la espiritualidad del universo, pero amor del bueno. Me emputa darme cuenta el cagadero que provoca un amor mal encauzado. Si en tu corazón ya no hay más de nosotros, quédate con lo que tú quieras de nuestra larga historia. Yo tengo el mejor de los recuerdos: una comida familiar fantástica, [una crema de zanahoria que sabe espectacular, un platillo principal de restaurante]{.mark}, mi muchacho frente a mí, y tú, sentada en la cabecera de la mesa. O mejor aún, nuestro último día de compras, tan divertido como todos, y tú, divina con tu camisa amarilla y tus sandalias nuevas (chanclas, pa´que se enoje el vendedor). Nos quedamos a deber algunas cosas[, verte cuidar a nuestros hijos, por ejemplo]{.mark}...te veo pronto corazón, [sé que necesitaré tres vidas para hacerte feliz al nivel que te mereces así que, en la pasada, en la presente y en la futura]{.mark}. [Tal vez un día podamos construir algo nuevo, diferente, donde yo sea el hombre que ustedes necesitan. Mientras tanto, los llevo en el corazón y en cada paso que doy hacia ser mejor.]{.mark} Daniela, si es amor, y el amor nunca deja de ser. CARTA 2 Hola amor, No tengo ni idea de por dónde empezar, pero necesito que sepas algunas cosas. Empecemos por el final, pa´más fácil…quiero a mi esposa y a mi hijo de regreso, no voy a mentirles; pero no quiero más de lo mismo. Igual que tú, no quiero las mismas dinámicas donde uno de los dos siente que tiene mucho, pero que a la vez le falta una pieza para estar completo, que no nos nutrimos, o que no nos comprendemos y que, en silencio, nos sentimos frustrados. No sé si es mucho fantasear, pero quisiera algo como esos que a ti se te cae el cartón de leche y yo lo cacho en el aire como si supiera que se te iba a caer… Curioso como siempre terminas teniendo la razón; en aquel momento dijiste que lo mío no es amor, y no es que no lo sea, lo que pasa es que se infló como masa con levadura y, como no lo conocía, mucho menos lo sabía manejar, se infló y se infló, hasta que se me desbordó y luego explotó. Nunca pensé que un día aprendería que al amor también hay que educarlo, pero es bueno saberlo. Al final, y ya con la gran lección, he tenido que reconocer que yo pensaba que muchas cosas que hacía te tenían que gustar porque estaban motivadas por un amor muy profundo, cuando en realidad, mi manera de expresar mis sentimientos se volvió una carga y como no, si constantemente me la pasaba buscando validación, viendo tristeza a la vuelta de la esquina, o interpretando silencios como rechazos. Si es difícil darse cuenta que mi forma de amar lastimaba a quien quería proteger, más difícil fue entender que estabas agotada y que contribuí en tu colapso. Llevamos ya un rato de silencio; y claro que desde el primer minuto me ganó el pánico, mi primera reacción siempre fue actuar como lo he hecho tantas veces, persiguiéndote. Pero algo en mí también se sintió distinto, por primera vez en nuestra historia quise abordar todo desde otro ángulo. ¿A chingá y por qué, podrás decir? Fácil, porque si algo no deseo en mi vida es repetir patrones que solo reinicien el ciclo; no es por ustedes ni por nosotros, es porque no solo lastimo a los de alrededor, sino también a mí mismo “porque comprendo, pero no actúo por miedo al cambio”, y ya estuvo bueno de lastimar…o de perder. Entonces sí, no te busqué, no te perseguí ni fui corriendo a bombardearte de mensajes de amor ni promesas de cambio, pero eso no significa que no lo sintiera, no es que me valieran, simplemente algo dentro de mí me detuvo. Lo que sucedió me dejó dos posibilidades, vivir lamentándome, o verdaderamente enfrentarme a mí mismo, y crecer. Suena tonto porque chango viejo no aprende maroma nueva, pero, con miedo y todo, hay que atreverse, y entonces comenzó mi silencio. No ha sido para nada fácil, me tropiezo constantemente conmigo mismo, pero me agrada la idea de que todo esto pueda ser un espacio para sanar por separado, y si así lo decidimos, convertirnos en lo que siempre quisimos ser el uno para el otro. Fue solo con tanto silencio que aprendí que puedo amarlos sin asfixiarlos. Sé que mis procesos te dolieron, que te generaron incertidumbre, que más de una vez has dudado de mí o de lo nuestro, y soy consciente que en todos esos momentos tú y tu amor cargaron con el nosotros, por eso (y otras cosas) es que te admiro y siempre he estado agradecido de nuestra relación. De ahí la necesidad de decirte que no le apostaste al caballo equivocado, que ambos nos enamoramos de las personas correctas, y que por mi parte, me voy a hacer viejo mandándote flores, hablando maravillas de ti, y contándole a todo el mundo nuestra historia, de todas esas madrugadas que despertaba para destaparte y me quedaba viéndote dormida; pero más importante aún, me quiero hacer viejo cuidando y aprendiendo de Demian, ofreciéndole ese núcleo familiar sano de mamá-papá-familia que los 3 nos merecemos, lejos de cualquier candado como los que me impidieron ser una persona emocionalmente libre. Y como no amarte, dijiste alguna vez, si, independientemente de todo lo que ya te he dicho que admiro de ti, hay algo que siempre cargo conmigo. Cuando más bajo caí, cuando ni yo creía en mí, fuiste tú quien me acompañó sin pedir nada a cambio. Mi caída fue durísima, pero también fue un proceso que, en silencio, viví a tu lado. Hubo momentos en los que mis problemas me ahogaban, y si bien nunca te los compartí por completo, tu simplemente confiabas en mí. La neta, en esos días obscuros si algo hice en mi corazón, fue darle las gracias a Dios por la gran mujer que me había puesto en el camino. Es por eso que, con acciones pequeñitas y tan tontas como darte mi cartera, te decía, gracias por cuidarme, gracias por cuidar lo mío, hoy todo eso que cuidaste es tuyo también. Porque sí, todo lo mío es de y para ustedes, porque agarrado de tu mano para mí no hay imposibles y todo, absolutamente todo se resuelve. Aprovecho para echarme un comercial, la clínica, entre otras cosas, está para surtir las medicinas tanto de Demian como tuyas, de eso no debes tener duda. En otro tema, quiero expresar algo respecto a Demi. Tu siempre has dicho que mientras esté con su mamá, él siempre va a estar bien, y estoy totalmente de acuerdo contigo, pero hay cosas que van más allá del Tania-Vicente, y una de ellas es el niño. Tú me dejaste bien claro que padre no es el que engendra, y la convivencia me hizo tener que comerme mis palabras en cuanto al beneficio de la duda que, pendejamente, le di a Ramón. Ahora bien, puedes decir que mi relación con Demi empezó con los dos pies izquierdos, pero es innegable que poquito a poquito, fuimos construyendo un vínculo, y si, nadie va a presumir que Demi, me abrió la puerta de golpe, pero un día me dejó entrar, y lo sabes. En una plática me hiciste ver que no debía apresurarme, que los sentimientos de Demi son nobles y que pronto me ganaría ese anhelado “papá”. Y es que a eso voy, Demian es mi hijo, y no me estoy acreditando ningún título que no sepa que me merezco. Si, mi relación con Demi, al igual que todo, fue lenta, y con pies de plomo, pero un día algo cambió, y pasé de 0 a 100; el niño me quiere y sabe que me gusta cuidarlo, consentirlo, y hacerlo feliz; hasta le encantan mis cochinadas culinarias! Por eso es que me preocupa que pueda pensar que otra vez la figura paterna desaparece, que en su corazón pueda sentir que él hizo algo mal y por eso papá no está, o que simplemente, papá lo abandonó porque no lo quiere. Tu hijo me robó el corazón, tu y yo hemos sido pareja por mucho tiempo, pero Demi es lo que nos vuelve esa familia que tanto anhelamos ambos. Entonces podrás decir, pues no te veo manifestándote, una cosa es Tania y otra Demi, no lo buscas porque no quieres! Contra ese argumento no tengo palabras, porque tienes razón, pero hay que aceptar que si no lo he buscado es por respeto a la situación, y por ayudarte a encontrar la paz que en casa habías perdido. ¿A qué voy con todo esto? Paralelo al nosotros, yo quiero seguir construyendo mi relación con Demi. Te repito, el niño es mi hijo y él lo sabe. Tiene muchas cosas por aprender y yo muchas por compartirle, y si existe alguien en esta vida que lo va a proteger como tú, ese soy yo. Creo que ya dije todo lo que acumulé durante este silencio; para no perder costumbre, hablé demasiado. Quise tratar de ser preciso en mis palabras para no agobiarte, pero seamos honestos, hablar de nosotros no es un correo de trabajo que pueda resumir en unos cuántos bullets. Espero que estén bien, sanando, y creciendo, no quiero ser dramático pero los extraño todos los días, y que no te quepa duda que mis sentimientos están intactos. Los amo familia, hoy, con mayor conocimiento de todo lo que esa frase significa.